LA HISTORIA DE PACO Y SU OBSESIÓN POR LOS DATOS

Mi amigo Paco es un obseso de los datos. Va regularmente al médico, a un preparador físico, a un fisioterapeuta y a un dietista. Tiene información regular sobre su: peso, presión arterial, lípidos, hematocrito, plaquetas, glucosa, colesterol, triglicéridos y no se cuantas cosas más…

Conforme han ido pasando los años, ha ido viendo como casi todos los indicadores han empeorado: tensión arterial más alta, más peso, más grasa, dolores…

Está recibiendo muchísima información, y sin embargo, más allá de ver su deterioro, esa información no tiene trascendencia alguna en su toma de decisiones. Sigue comiendo alimentos ultra procesados, ingiere excesivo azúcar, toma poca fruta y verdura, no hace deporte, bebe alcohol de manera habitual… 

– ¡Paco, para qué narices estás monitorizando tanta información si no haces nada con ella!

LO IMPORTANTE NO SON LOS DATOS. ES LO QUE HAGAMOS CON ELLOS 

He aquí la reflexión. ¿Para qué queremos datos si no hacemos nada con ellos? La importancia de la información radica en que nos permite decidir mejor. Si la información sobre nuestro estado de salud no redunda en en mejorar nuestra situación, los datos se vuelven irrelevantes.

No obstante, los datos son a su vez fundamentales para decidir. Siguiendo con la analogía médica, escribía este año un artículo para AMEC (Asociación de Industrias Internacionales Españolas) en el que decía lo siguiente:

“Usted entra en la consulta de un médico por una dolencia, y antes de que pueda articular palabra, el médico le extiende en su mano unas pastillas, y le invita a marcharse. ¿Se tomaría usted esas pastillas sin haber podido ni siquiera explicar cual era la razón de su visita?” Seguramente no. El médico necesita hacer un diagnóstico, sin la información no puede hacerlo, y por eso tendríamos miedo de tomarnos esas pastillas.

DE LA SALUD A LA ENERGÍA

Estos ejemplos, que para el campo de la salud parecen obvios, no lo son tanto en nuestras empresas cuando hablamos de energía. Se prescriben las medidas correctivas (instalación de energía solar fotovoltaica, compra de nuevos motores, cambios en tecnologías de iluminación…) antes de hacer un estudio de eficiencia energética. La mayoría de estas prescripciones, además, vienen dadas por el comercial del producto a vender, y no por un gestor energético independiente, con lo que es fácil ver, que no va a ser lo mejor para su empresa.

Por otro lado, llevamos con los términos IoT y Big Data desde los 90′. Tenemos multitud de información digitalizada, y gran cantidad de sensorizado, pero la pregunta, en muchas empresas, sigue siendo ¿Cómo podemos hacer útil esa información?

3 IDEAS PARA HACER ÚTILES LOS DATOS ENERGÉTICOS

1 Menos es más

  • Implementar en nuestra empresa un panel de control gigantesco con cientos de datos y visualizar todo lo que está ocurriendo en tiempo real, puede ser de lo más espectacular, pero el exceso de información es propenso a llevarnos a la inacción.
  • No es importante la cantidad de datos, sino cuánto tiempo tardaremos en reaccionar. Es mejor simplificar y optar por aquellas variables que realmente sean críticas en nuestra organización. Menos variables, pero más importantes. Y anteponer la agilidad en la toma de decisiones, antes que tener que realizar semanalmente análisis que nos consumen gran parte de nuestro tiempo, y hacen inviable su continuidad a largo plazo.
  • Valorar que indicadores son necesarios y cuales no. He visto como se ha invertido mucho en monitorizar la energía de los cuadros de luz en algunas industrias cuando toda la iluminación era menos del 15% del consumo energético. ¿No habría sido mejor empezar por aquello que nos suponga más del 50%?

2 Centralizar la información

  • Una fábrica inteligente es una fábrica conectada, pero si todo está en sistemas descentralizados no va a ser demasiado útil.
  • Minimizar el número de aplicaciones que tenemos con usuario y contraseña. Aparte de ser un riesgo para ataques, hace que recopilar la información sea complejo y tedioso, y a la larga dejaremos de hacerlo por ser una tarea poco productiva.
  • Buscar una manera de llevar toda la información: BMS, SCADAS, facturas, sensores, contador, archivos, Power BI, inversores fotovoltaicos, consumos… A un único punto centralizado.
  • Seleccionar proveedores que nos den la garantía de no estar cautivos de ellos a la hora de escalar el sistema y ampliarlo.

3 Único responsable

  • Tener múltiples responsables para una tarea no suele ser una buena idea. La energía pende en muchas empresas de varias figuras: mantenimiento, financiero, sostenibilidad, medioambiente, dirección general… Por lo que al final no hay un único responsable.
  • Sea un gestor energético en plantilla o externo a la empresa, lo ideal es que tengamos alguien con nombre y apellidos que sea el responsable final de nuestra gestión energética. Es una máxima para garantizar la máxima productividad, y que se actúe antes de que llegue la factura energética.

MIRANDO AL FUTURO ¿A QUÉ NOS ENFRENTAMOS?

En los próximos años las capacidades que se van a necesitar van a diferir bastante de las actuales. Imagínese estar elucubrando sobre lo que será Internet estando en los años 90′. No éramos capaces de ver la potencialidad que iba a tener a través de nuestra rudimentaria navegación a través de un módem de 14400 baudios.

La robótica y automatización van a ser clave, y los países más robotizados seguramente se llevarán la palma en cuanto a rentabilidad y empleo.

La industria también estará en el metaverso. Tendremos una fábrica virtual a la que podremos acceder sin estar físicamente allí. Me puedo imaginar lo bueno que será tener una réplica de nuestra compañía para probar la eficiencia de una nueva máquina. Todo sin tener que detener nuestra producción, y en cuestión de minutos. Podremos hacer pruebas de comportamiento, y analizar que diferencias de consumo energético reportan frente a la situación de partida, en un entorno controlado, y 100% seguro para nuestro negocio.

Es más, podría ser que a través de la web3 y los NFTs se pueda financiar la compra de activos que hagan más sostenible y energéticamente más eficiente la industria, generando una mejor reputación de marca.

DATOS Y CIBERSEGURIDAD

Pero todo esto no estará exento de problemas. Nuestra dependencia de redes hará que la ciberseguridad pase a ser un tema muy crítico. Sin protección no se va a entender este paso al metaverso, pues vamos a tener ataques sí o sí, con lo que tendremos que ser capaces de detectar vulnerabilidades en nuestros sistemas: APPs con agujeros de seguridad, cortafuegos, zonas críticas sin doble factor de autentificación, versiones software sin actualizaciones, permisos de acceso al personal de nuestra organización.

Si no escuchamos de más ataques, es porque, si esto sucede, la organización va a intentar ocultarlo por todos los medios. Recrear voces y caras está ya muy cerca de ser algo tan perfecto que será imposible diferenciar al director general de la compañía de su réplica controlada por un cibercriminal, y sino, lean el blog de Chema Alonso.

Por supuesto, espero que esto sirva para crear una transición energética, pero para que también siente las bases de una mejor cooperación entre: naciones, empresas y seres humanos.

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